sábado, 2 de abril de 2011

Celulitis

El 90% de las mujeres pueden tener celulitis y esta condición se produce por la desestructuración del tejido conectivo de la piel provocada por la acción de las hormonas y agravada por diversos factores concomitantes, que conllevan a una serie de cambios circulatorios e inmunológicos.

En un inicio se produce un enlentecimiento de la microcirculación de la piel que lleva a un aumento de la permeabilidad de los vasos más pequeños originando edema (líquido estancado fuera de la circulación). Con el tiempo se modifica la estructura de las fibras de la piel alterándose el metabolismo del tejido conectivo.
Estos cambios, microscópicos en un principio, determinan luego la aparición del poceado característico que otorga el aspecto de "piel de naranja".

La herencia es relevante y factores como el sobrepeso, el cigarrillo, el alcohol, malos hábitos alimentarios, sedentarismo, ropa ajustada y calzado inadecuado empeoran el cuadro.

Suele comenzar en la adolescencia coincidiendo con el aumento de las hormonas y se prolonga hasta la menopausia. Durante el embarazo los cambios hormonales provocan un empeoramiento de la celulitis. Son frecuentes la pesadez y congestión en las piernas e inclusive puede causar dolor.


Existen distintos tipos de celulitis y diverso grado de severidad:

Celulitis Dura o Compacta: los tejidos están bien tonificados siendo rígidos y firmes al tacto.

Celulitis Blanda o Fláccida: los tejidos están flojos como flotando, balanceándose durante la marcha.

Celulitis Edematosa: las piernas están hinchadas perdiendo su forma.

Todos las formas de celulitis tienen poceado en mayor o menor grado. Si bien las tres variedades de celulitis pueden presentarse en forma aislada, la mayoría de los casos combinan más de un tipo de celulitis: "Celulitis Mixta".

A modo de ejemplo citamos la combinación más frecuente, celulitis fláccida en la parte anterior del muslo, asociado a compacta en el sector posterior y externo.
El perfil hormonal de los varones hace que sea rara la aparición de celulitis.

No hay que confundir la celulitis con la adiposidad localizada (depósitos localizados de grasa), que aparecen en la cintura, el abdomen o la cola y se tratan de modo distinto. Antes se creía que la grasa localizada era un cuadro independiente al de la celulitis. Hoy se sabe que la cantidad de adiposidad se correlaciona con el aumento de los niveles circulantes de una hormona llamada Leptina, responsable de empeorar la microcirculación y por ende la celulitis. Es por eso, que cuando las pacientes con sobrepeso adelgazan mejoran su celulitis.

Numerosas cremas, pastillas, aparatos y consejos se promocionan como anticelulíticos.
Comentaremos a nuestro entender cuáles son los verdaderamente útiles.

La celulitis no se cura, y el objetivo del tratamiento es mejorar el poceado, revirtiendo el grado de celulitis.
Para que mejore es indispensable realizar una dieta sana y armónica (frutas, verduras, carne magra, cereales, lácteos descremados, abundante agua, y reducir la sal).
Se debe realizar regularmente actividad física incluyendo ejercicios aeróbicos durante al menos treinta minutos. Sugerimos natación, bicicleta, speening, y de realizarse ejercicios con cierto impacto debe utilizarse una calza.